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Se acaba de cumplir el supermartes en los Estados Unidos. En este día se hace el mayor número de elecciones primarias en diferentes estados de la unión americana. Mitt Romney continúa siendo el precandidato más fuerte entre el partido Republicano para enfrentarse en las urnas con Barack Obama este noviembre. No obstante, esta colectividad pierde cada vez fuerza con los crecientes problemas y ataques entre los mismos aspirantes. La carrera política de los republicanos se ha convertido en una competencia religiosa.
En un país con grandes diferencias de credos como Estados Unidos, la condición mística de los candidatos a puestos públicos, quita o pone para cualquier iniciativa la mayoría de veces. Los intereses mormones de Mitt Romney han contrastado bastante con el catolicismo ferviente de Rick Satorum y las dualidades de la visión luterana de Newt Gingrich.
Para los republicanos, es difícil aceptar a un mormón como candidato único a la presidencia, pues esta religión solamente representa cinco millones de personas en ese país. Rick Santorum, con su discurso católico atrapa a más votantes pero no convence. Sin embargo, Santorum es de la línea más conservadora del partido sin alinearse al Tea Party. De otro lado, Romney es del ala moderada, quizás un poco liberal.
Durante el Súper Martes, varias tesis quedaron claras. No hay un candidato fuerte, con un discurso convencedor capaz de derrotar todavía en las urnas a Obama. No hay consistencia dentro de este partido. Las soluciones a la crisis económica a veces son descabelladas por el hecho único de no respaldar a sus contrarios.
Aunque Romney haya ganado más estados de los que estaban en disputa el pasado martes, no se puede declarar como el vencedor de la jornada. Su perfil ahora es como el "menos peor" de los candidatos. Muchos temen al oportunismo de Newt Gingrich y aún más al pensamiento ultraconservador de Rick Satorum. En caso de que este último llegara a las urnas, la posibilidad de otro cuatrienio para Barack Obama en la Casa Blanca aumentaría ostensiblemente.
La razón: el apoyo de Obama sube gracias a que Santorum no apoya el aborto, los anticonceptivos y otras políticas que Obama, como liberal, ha dejado claras durante su estadía en la presidencia. Sin embargo, a esta pugna se ha agregado un nuevo ingrediente, tal vez uno de los más importantes. Israel.
Las crecientes tensiones entre Israel e Irán y la posibilidad de una provocación de guerra han puesto en jaque a los Estados Unidos. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu manifestó esta semana que pararía a la fuerza los intereses nucleares de Irán, con o sin el consentimiento de Estados Unidos.
A raíz de esta ansiedad, Obama tuvo que salir a los medios a decir que cuidará las espaldas de su aliado, es decir, protegerá a Israel en caso de guerra. Estas palabras levantaron todo tipo de reacciones alrededor del mundo. Sin embargo, el discurso del presidente de los Estados Unidos se centra en una solución diplomática al conflicto pese al ánimo de defensa de Israel.
Muchos en la nación norteamericana se preguntan si Barack Obama tendría la fuerza de voluntad suficiente para lidiar con otra guerra durante su período como presidente. Otros creen que otro enfrentamiento bélico daría fuerza a los republicanos, ahora que hay cambios en otras presidencias del mundo.
El pasado domingo Vladimir Putin fue reelegido como presidente de Rusia. Quizás la etapa de la normalización de relaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca pueda estar en jaque, debido a la acidez con la que Putin trata al gobierno de los Estados Unidos y sus movimientos en la OTAN. Desde 2007 se conocen sus problemas tolerancia frente al país del Tío Sam. Cuando en septiembre de 2011, anunció su plan de volver a la presidencia, su discurso cambió sustancialmente en situaciones tan álgidas como la insurrección libia y el programa nuclear iraní.
Las elecciones que dieron como ganador a Putin han sido fuertemente criticadas por el gobierno de Barack Obama. Los medios locales hablan de corrupción en los escrutinios. Pese al escándalo, el presidente electo de Rusia ha dicho que los pronunciamientos del gobierno de los Estados Unidos solamente quieren alimentar a la creciente oposición. En este momento, es prácticamente impredecible lo que pueda ocurrir en los seis años venideros de gobierno de Vladimir Putin.
La cercanía de Putin con Irán y su nuevo discurso son puntos que Israel examina con lupa. Estos son algunos de los temas que deberán conocer y debatir los dos candidatos a la presidencia de EE.UU. en septiembre, cuando realmente comiencen los dos meses más intensos de esta lucha política. Por lo pronto, si los republicanos no llegan a un acuerdo, perderán la Casa Blanca aunque Obama haya hecho todo lo posible por entregársela en estos tres años y medio.